Con los 10 kilos que aumentó por el embarazo, Catherine Zeta-Jones se ve todavía mejor. Tiene las curvas más pronunciadas y la maternidad le provoca una amplia y orgullosa sonrisa. “El antojo del día es dar un reportaje”, dijo en esta entrevista realizada pocas semanas antes de que nazca el segundo descendiente de su matrimonio con Michael Douglas. Esta unión y su propio éxito en varias películas la han convertido en una de las actrices más fotografiadas, cosa que ella detesta, al contrario de su personaje en la película Chicago, que adora la fama a cualquier costo.