Investigadores de la NASA en Virginia envían al Centro Espacial Johnson resultados obtenidos con túneles de viento, que podrían ayudar a determinar la cantidad y localización del daño en el ala izquierda del Columbia, que permitió el ingreso de aire a muy altas temperaturas al transbordador durante su descenso.

 

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En las pruebas, que se realizan desde la semana pasada en las instalaciones de investigación Langley, en Hampton, Virginia, un modelo a escala del transbordador, de cerámica, fue calentado para igualar las altísimas e inusitadas temperaturas en el Columbia justo antes de su desintegración, el 1 de febrero.

 

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Los ingenieros colocaron el modelo, de unos 30 centímetros, dentro de un túnel que lanzó aire sobre las superficies de las alas hasta seis veces la velocidad del sonido, a 7.160 kilómetros por hora velocidad menor a la que llevaba el Columbia cuando se desintegró, y en condiciones atmosféricas significativamente diferentes.

 

Las pruebas aerodinámicas adicionales continuarán la semana entrante, pero los resultados de las pruebas térmicas ya terminaron y fueron enviados esta semana al centro Espacial Johnson, en Houston, dijo el viernes el vocero de Langley, Keith Henry. Los funcionarios de la NASA rehusaron divulgar los resultados de las pruebas o a decir si son exitosas.

 

Además de las pruebas de viento, dijo Henry, los ingenieros de Langley usaron computadoras para tratar de simular las condiciones experimentadas en el Columbia en los momentos finales.