La fallecida oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, será disecada y expuesta en el Museo Nacional de Escocia (Edimburgo), según publicó ayer el diario The Daily Telegraph.

Dolly fue sacrificada el pasado viernes, a la edad de seis años, debido a una infección pulmonar que padecía, según informó el Instituto Rolin de Escocia, creador de la oveja más famosa del mundo.

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Una vez que se le practique la autopsia, el conocido ovino será embalsamado y mostrado al público en la citada institución, acompañada por otra oveja clonada, Morag, que fue donada tras morir a causa de un problema respiratorio.

Un portavoz del museo, que ya cuenta con retazos de la lana de Dolly, comentó al Daily Telegraph que es razonable que “una oveja escocesa se quede en Escocia para la posteridad”.

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El nacimiento de Dolly, que se produjo en 1995, aunque su existencia no fue divulgada hasta 1997, desató un gran debate sobre la ética de la clonación y el temor a que este tipo de experimentos pueda utilizarse en los seres humanos.

Algunos expertos advirtieron de que la prematura muerte de Dolly, si se tiene en cuenta que una oveja vive normalmente entre once y doce años, demuestra los peligros que puede conllevan la clonación humana.

El creador de la oveja, el profesor Ian Wilmut, señaló que, según las primeros análisis, Dolly –que ya padeció de artritis el pasado año– contrajo la enfermedad que provocó su sacrificio al entrar en contacto con otros ovinos.

Wilmut, opuesto a la clonación humana, explicó que “el riesgo de que las infecciones se propaguen es mayor” en un establo donde hay más animales y precisó que Dolly padecía una infección “progresiva”, aunque los detalles se conocerán después de un examen “post-mórtem”.