La laparoscopia o cirugía de intervención mínima se aplica ya con éxito para reparar daños de la articulación de la mandíbula, problema que, al menos temporalmente, afecta a un 70%de las personas.
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Este es el trasfondo del mayor congreso internacional especializado convocado hasta ahora sobre las nuevas posibilidades en esta especialidad sensible, para el que se reúnen hoy unos 170 expertos en el Hospital General de Viena.
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Según explicó el experto en cirugía bucal, maxilar y facial Gerhard Undt, de la Clínica Universitaria de Viena, en este campo se trabaja en dimensiones milimétricas, con un microscopio, pues esta articulación es la más pequeña del cuerpo humano, y al mismo tiempo la más compleja, porque se compone de dos espacios donde transcurren simultáneamente movimientos de deslizamiento y giro.
Los fenómenos de desgaste que se presentan a lo largo de una vida pueden provocar restricciones graves del funcionamiento de la mandíbula, que a su vez producen dolor y pueden limitar la capacidad de abrir la boca.
Según subrayó el experto en sus declaraciones a la prensa, "todos los que sufren estos síntomas saben en qué medida pueden perjudicar de manera crónica a la vida diaria, empezando por el bostezo que se suprime porque duele, hasta las comidas que se convierten en tortura porque no se puede masticar.
Por un lado existe todo un repertorio de medidas no sangrientas, como la fisioterapia, guías para la dentadura, acupuntura, medicamentos contra el dolor y métodos de distensión muscular, pero también hay la posibilidad de aplicar métodos quirúrgicos.
Para las intervenciones quirúrgicas hasta hace algunos años era necesaria una operación abierta, mientras que ahora ya se llevan a cabo entre 40 y 50 intervenciones de laparoscopia al año en Viena.
Para ello se abren tan sólo dos accesos a la articulación pequeñísima que miden dos milímetros de ancho cada uno y, recurriendo al microscopio, es posible cortar, modelar superficies y coser la articulación.
Además, ha sido desarrollado un sistema de navegación tridimensional para la cirugía bucal, maxilar y facial que perfecciona la orientación, y los dispositivos modernos de láser han mejorado todavía las posibilidades de aplicación, porque se pueden realizar cortes que no sangran.