Una poderosa carga explosiva colocada por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) destruyó un pequeño poblado del suroriente de Colombia, pero no hubo víctimas, informó la ministra de Defensa Martha Lucía Ramírez.
El atentado se produjo el sábado en La Unión, un pequeño poblado situado cerca del municipio de Puerto Rico, a unos 200 kilómetros de Bogotá.
Una patrulla militar fue informada de la existencia una casa-bomba con unos 500 kilos de dinamita y la trató de desactivar, pero al no poder hacerlo optó por una detonación controlada.
Sin embargo, los guerrilleros habían conectado la carga en esa casa con explosivos en las demás 20 viviendas y la detonación destruyó todo el caserío, dijo Ramírez en conferencia de prensa la noche del sábado.
Los guerrilleros fueron identificados por los pobladores como miembros de las FARC.
No hubo heridos porque la población había sido evacuada, dijo la ministra.
Agregó que los guerrilleros al parecer buscaban tender una emboscada a tropas del ejército, y denunció que los rebeldes optaran por perpetrar su ataque en una población tan humilde.
Se trata de un atentado de la guerrilla contra la gente más pobre del país, agregó la ministra, quien anunció la entrega de ayuda del Estado para los damnificados en albergues temporales mientras se reconstruyen sus viviendas.
El presidente Alvaro Uribe también condenó la acción de las FARC, la mayor y más antigua de las guerrillas colombianas, tras concluir el sábado un consejo comunal de gobierno efectuado en Ibagué, ciudad del sur de Colombia.
Se actuó con sevicia contra la población. Esto muestra la magnitud del desafío terrorista, agregó el mandatario.
Uribe dijo que su gobierno continuará con los planes militares para ver la manera como esta patria puede derrotar a los violentos.
En menos de una semana las FARC fueron responsabilizadas además de un ataque con carro-bomba dirigido contra las oficinas de la Fiscalía en Medellín, la segunda ciudad de Colombia, en el que murieron cuatro personas y otras 27 resultaron heridas.
Igualmente fueron acusadas por las autoridades de una matanza de 17 campesinos -incluyendo ancianos, niños y una mujer embarazada- registrada en zona rural del municipio de San Carlos en el norte de Colombia, dentro de una disputa territorial con grupos paramilitares. Este domingo se realizó el sepelio colectivo de las víctimas. Ambos episodios se registraron el pasado jueves.