La declaratoria se logró hace dos semanas, pero no se ha realizado ningún acto de celebración.

El caprichoso contorno natural que delinea las sinuosas riberas de las cristalinas aguas del Santa Bárbara y San Francisco, parecen tener más encanto y coqueteo a raíz de la declaratoria de estos paisajes y el centro histórico como bienes patrimoniales de Ecuador.