Uno de los pilares del proyecto será la creación de un banco de alimentos para las zonas urbanas.
Dicho banco se nutrirá de los alimentos que sobren en restaurantes o que estén a punto de caducar en los supermercados y que serán recogidos por las alcaldías o por la iniciativa privada.

El ministro también aseguró que el proyecto contará con un presupuesto inicial de unos 545 millones de dólares.

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Este proyecto iba a ser lanzado el pasado día 10 durante la visita del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con la práctica totalidad de su gobierno, a la miseria en el nordeste de ese país.

La falta de definición sobre el número de personas, de los 54 millones de pobres del país, así como la ejecución hizo al gobierno aplazar entonces la puesta en marcha de Hambre Cero, que es la prioridad del ejecutivo de Lula.

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Brasil también luchará contra el analfabetismo que afecta a 20 millones de adultos, remunerando a quienes aprendan a escribir, explicó ayer el ministro de Educación, Cristovam Buarque.

El Gobierno prevé promover financieramente también a la escolarización, por lo que abrirá a los niños una libreta de ahorros para que la retiren al acabar la primaria. Se aumentará “considerablemente” la actual y “ridícula” “beca-escuela” de 5 euros al mes que Buarque creó en Brasilia y que el Gobierno anterior adoptó para todo el país.