El accidente del avión de la aerolínea TANS, que se estrelló contra un cerro en la amazonía peruana con 46 personas a bordo, se sumó a cuatro tragedias aéreas en Perú en los últimos siete años, además de por lo menos una docena de accidentes de pequeñas avionetas en la última década.

Los siguientes son los mayores accidentes ocurridos:

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-29 de febrero de 1996:

Un avión bireactor 737-200 de la aerolínea peruana Faucett se estrelló en la ciudad sureña de Arequipa con 123 ocupantes, 41 de ellos de nacionalidad chilena. Todos murieron. Las causas fueron atribuidas a falla humana del piloto. La aeronave chocó contra un cerro bajo que aparentemente el piloto no vio en la noche cuando se aprestaba a aterrizar. Este accidente que se recuerda como el peor de la historia aérea de Perú motivó la suspensión de los vuelos nocturnos a ciudades del interior del país.

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-2 de octubre de 1996:

Un avión Boeing 757-200 de la aerolínea Aero-Perú, que cubría la ruta Lima-Santiago, se precipitó al mar frente a las costas de Lima. Sus 61 pasajeros y 9 tripulantes, murieron. En el avión viajaban 30 ciudadanos chilenos. Investigaciones revelaron que el siniestro ocurrió debido a que empleados olvidaron retirar cinta adhesiva que habían colocado, para efectuar labores de limpieza, sobre los sensores de la nave, que proporcionan información como altitud y velocidad.

-29 de marzo de 1998:

Un avión Antonov de la Fuerza Aérea cayó a tierra cerca de una barriada en la ciudad norteña de Piura. Veintiún personas murieron y 35 resultaron heridas. Un niño también murió en tierra al caer la nave sobre su casa. El piloto reportó fallas mecánicas y pudo desviar la nave de su ruta para no caer sobre asentamientos humanos del lugar. El avión efectuaba un puente aéreo debido a la destrucción de carreteras y puentes por el fenómeno de El Niño.

 -5 de mayo de 1998:

Un avión Boeing 737-200 de la Fuerza Aérea Peruana, se estrelló en la amazonía en medio de una tormenta, cuando le faltaban cinco kilómetros para llegar a Andoas, un campamento petrolero en la selva norte del país. De los 87 ocupantes, 13 sobrevivieron, incluido un ciudadano venezolano.