El presidente Hugo Chávez intentó esta tarde reanudar las exportaciones petroleras de Venezuela para quebrar un paro general que en once días ha puesto en una situación de guerra al quinto exportador mundial de crudo, según el gobierno.
En un nuevo esfuerzo por romper la huelga, Chávez despidió a cuatro gerentes petroleros líderes de la protesta y otorgó plenos poderes al presidente de la poderosa Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Alí Rodríguez, para reorganizarla, lo que fue calificado por empleados como un "duro golpe" contra la empresa estatal.
Trabajadores rebeldes de la petrolera decidieron el jueves, en una asamblea, rechazar los despidos de sus líderes y no volver a sus labores hasta que se resuelva la crisis política venezolana.
La protesta, que busca la renuncia de Chávez y la convocatoria a elecciones inmediatas, ha impedido las ventas en el exterior de crudo y productos derivados, que representan el 80 por ciento de los ingresos por exportaciones del país, y ha convertido al sector petrolero en una pieza clave para medir fuerzas entre el gobierno y la oposición.
Juan Fernández, uno de los gerentes rebeldes, dijo que los empleados se mantendrán parados "hasta tanto se produzca la renuncia del presidente de la república".
"Acordamos mantenernos en paro cívico activo hasta tanto se produzca el llamado a elecciones", expresó en la asamblea. Fernández es uno de los gerentes que fue despedido de Pdvsa el jueves.
El gobierno aseguró que logró embarcar el primer buque de crudo y que continuará ampliando sus operaciones de exportación, refinación y embarque, detenidas por el paro que comenzó el 2 de diciembre, lo que ha influido en el incremento del precio internacional del barril de petróleo.
El ministro de Planificación, Felipe Pérez, declaró el jueves que el paro petrolero es un "chantaje". "Estamos en una situación de guerra porque estamos siendo atacados, saboteados en la industria petrolera", dijo en un programa de televisión.
El funcionario advirtió que "vamos a tomar medidas fuertes", pero no las especificó. El anuncio de Pérez contrasta con las reiteradas declaraciones de Chávez de que el paro fracasó.
Antes de la huelga, Venezuela exportaba 2,7 millones de barriles por día (bpd) de crudo, pero su producción se ha reducido a un tercio por problemas de almacenamiento y sus ventas al exterior están virtualmente detenidas.
La semana pasada, luego que el paro detuvo los embarques, Pdvsa declaró "fuerza mayor" para sus exportaciones de petróleo crudo y productos derivados, cláusula que se invoca para protegerse de eventuales acciones legales por incumplimientos en las entregas.
Un funcionario del Departamento de Energía de Estados Unidos dijo que ese país estaba dispuesto a prestar crudo de sus reservas estratégicas de petróleo a algunas compañías cuyas refinerías se vean afectadas por la interrupción de los envíos de Venezuela.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) también manifestó el jueves, en un comunicado, que en caso de ser necesario sus miembros estarían dispuestos a abastecer temporalmente a los clientes de Venezuela.
El gobierno de Chávez, un militar retirado que en la víspera anunció la reactivación de los embarques petroleros hacia el exterior, dijo que el jueves había despachado su primer tanquero -el Marshall Chuykov, con 350.000 barriles- rumbo al mercado de Estados Unidos, unos de las principales plazas de exportación del crudo de Venezuela.
Sin embargo, una fuente naviera indicó que el barco iba hacia la gigante refinería de Amuay-Cardón, en el occidente del país. "Esa es la información que tenemos", sostuvo.
El presidente de Pdvsa insistió en que el miércoles "se logró romper ese bloqueo con el primer embarque del Marshall Chuykov. Hoy continuamos llenando otros buques y progresivamente iremos expandiendo esta ruptura de este bloqueo". Rodríguez reconoció que la producción "ha bajado más de la mitad de lo normal".
Más de 40 buques, incluidos 13 tanqueros de Pdvsa, parmanecen anclados en las costas venezolanas ya que sus oficiales y tripulación se han sumado al paro que convocaron grupos sindicales, empresariales, civiles y políticos.
Chávez, con casi cuatro años en el poder y sobreviviente de un breve golpe militar en abril, ha dicho que no va a renunciar. Insiste en que la acción de fuerza de los petroleros es un intento por repetir los hechos de abril, cuando una huelga que fue llamada para apoyar un conflicto de los trabajadores de Pdvsa precedió al breve derrocamiento.