Previsto inicialmente en Nigeria, trasladado a último momento a Londres a raíz de cruentos disturbios, boicoteado por varias candidatas: 51 años después de su creación, el concurso de Miss Mundo tratará  de poner punto final el sábado a una de las páginas más controvertidas de su historia.

Las 92 candidatas rivalizarán en belleza y elegancia  -y en inteligencia,  prometen los organizadores- el sábado por la tarde en un local del norte de Londres, con vistas a heredar de la titular, Miss Nigeria, la corona de Miss  Mundo.

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Pese a la controversia, pese a los riesgos de manifestaciones de grupos  musulmanes en el lugar y pese a los llamamientos a boicotear lisa y llanamente  el concurso, Julia Morley, que preside la institución de Miss Mundo, prevé un  éxito planetario al espectáculo, del que parte de los beneficios serán  entregados a asociaciones caritativas.

La elección será transmitida por televisión a más de 140 países, pero no a  Gran Bretaña, donde se realiza, y será visto por cientos de millones de  telespectadores. Lo que compensará, al menos parcialmente, las "fortunas" que  los organizadores afirman haber gastado para trasladar el concurso a Londres.

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De entrevista en conferencia de prensa, Julia Morley, viuda del fundador  del concurso, Eric Morley (fallecido hace dos años), no ha cesado de defender  su cuestionada decisión de mantener el concurso pese a la violencia.

"Es ridículo decir que somos responsables de esos disturbios", declaró el  viernes el diario The Independent. "Esas muertes son dolorosas, pero seamos  realistas, no podemos entristecernos con cada disturbio. Nosotros no teníamos  nada que ver con todo eso".

Desde el principio, suscitó polémica la decisión de organizar un concurso  de belleza "a la occidental" en un país por mitad musulmán, en el que doce  estados aplican estrictamente la ley islámica y en pleno Ramadán (el mes de  ayuno musulmán).

Para más, varias candidatas decidieron boicotear el concurso en solidaridad  con Amina Lawal, nigeriana a la que un tribunal islámico condenó a morir  lapidada por "adulterio", por haber tenido un hijo estando divorciada.

Un artículo sobre el concurso publicado en el diario nigeriano This Day y  considerado blasfematorio por los musulmanes fue el detonante de los disturbios  que causaron 200 muertos en el norte de Nigeria a mediados de noviembre.

Los organizadores del concurso, acostumbrados a las protestas formales de  asociaciones feministas pero no a tamaño estallido de violencia, decidieron  replegarse a Londres.

El sábado, sólo dos candidatas estarán ausentes: Miss  Austria y Miss Dinamarca, asegura Morley, deseosa de poner punto final a esta controversia sin precedentes en la historia del concurso.

El país que será sede el año próximo todavía no ha sido elegido  oficialmente, pero en una conferencia de prensa dada el jueves, Julia Morley  dio a entender que podría ser China.

"Apuesto a que todo el mundo va a gritar sobre la cuestión de los derechos  humanos", dijo.