La empresa ruso-ucraniana Kosmotras y la estadounidense TrasnOrbital lanzarán el próximo día 20 un prototipo de lo que se perfila como el primer aparato particular de mensajería lunar, anunció el miércoles, Vitali Sokolov, representante de Kosmotras.
El aparato espacial, denominado TrailBlazer, viajará a la Luna para despachar por encargo desde allí a la Tierra fotografías, cartas y mensajes e incluso para dejar en la superficie lunar paquetes con recuerdos y hasta restos humanos.
"El prototipo, copia exacta del aparato TrailBlazer diseñado por TransOrbital, será puesto en una órbita baja por un cohete portador Dnieper fabricado por nuestra empresa", explicó Sokolov.
Sokolov añadió que el lanzamiento del Dnieper desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, Asia Central, estará a cargo de especialistas de las Fuerzas Espaciales de Rusia.
"Lo importante de esta prueba es comprobar los sistemas para desprender el TrailBlazer del Dnieper cuando se encuentren en la altura prevista", subrayó Sokolov.
Además del lanzamiento del TrailBlazer, el Dnieper pondrá en orbita varios satélites: Rubin-2 (Alemenia), UniSat-A (Italia), SaudiSat-1C (Arabia Saudí), LatinSat-A y LatinSat-B (Argentina).
Sokolov resaltó que si las pruebas del prototipo tienen éxito, en octubre del año próximo el primer TrailBlazer efectuaría su primera misión a la Luna para la comercialización del satélite natural de la Tierra.
Durante sus tres meses de vuelo sobre la órbita lunar, el TrailBlazer por encargo enviará a la Tierra fotografías y grabaciones de la Luna y de nuestro planeta, trasmitirá cartas, tarjetas comerciales, mensajes, telegramas, y hasta faxes.
Antes de estrellarse en la superficie selenita, el TrailBlazer depositará varias cápsulas con restos humanos, fotografías y otros objetos que particulares de todo el mundo quieran dejar de recuerdo en algún cráter lunar.
Según la empresa, los precios de mensajería lunar oscilan entre los 2.500 dólares por tarjeta comercial, 20 dólares la palabra para mensajes y telegramas, y otros 2.500 dólares por cada gramo de material.
"Los vuelos espaciales particulares tienen mucha perspectiva en la conquista del cosmos", aseguró Sokolov al añadir que su empresa estudia otros proyectos para poner en orbita mini-estaciones espaciales particulares con sus cohetes Dnieper.
"Se trata de mini - fábricas automáticas para producir materiales, semiconductores, cristales y otros elementos de gran aplicación en la tecnología moderna", subrayó.
En cuanto a los cohetes Dnieper, Sokolov dijo que especialistas rusos y ucranianos han logrado optimizar al máximo la fiabilidad y las características técnicas de estos aparatos, que inicialmente fueron diseñados como los artefactos más destructivos del planeta.
Los cohetes Dnieper se construyen en base de misiles balísticos intercontinentales RS-20 (SS-18 o Satanás, según clasificación de la OTAN) que deben ser destruidos en vigor de los acuerdos entre Rusia y Estados Unidos para la reducción de sus arsenales nucleares.
De acuerdo al programa estatal para la reconversión del arsenal nuclear, Rusia comenzó la remodelación de los RS-20 en portadores Dnieper en 1998, y en los últimos tres años ha efectuado ya tres lanzamientos exitosos de cohetes de este tipo.
Para la reconversión de los Satanás, los gobiernos ruso y ucraniano asignaron a la empresa Kosmotras al menos 150 cohetes RS-20 de las 380 unidades que deben ser destruidos por Rusia según los tratados STAR-1 y START-2.
Los RS-20, con diez ojivas nucleares de orientación autónoma, pueden destruir objetivos en un radio de 500 kilómetros cuadrados a distancias de hasta 15.000 kilómetros, y continúan siendo uno de los elementos fundamentales del arsenal nuclear ruso.
En septiembre de 2000, un cohete Dnieper lanzado desde Baikonur puso en órbita cinco satélites pertenecientes a Italia, Arabia Saudí y Malasia.