El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y el líder cocalero Evo Morales no lograron ayer un acuerdo para suspender la erradicación de la coca como reclaman los labriegos, pero acordaron seguir negociando.
Los cocaleros pidieron al gobierno que acepte la siembra de media hectárea de cultivo por cada una de las más de 30.000 familias de labriegos para su subsistencia. El mandatario rechazó la sugerencia.
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El gobierno quiere la paz en el Chapare, pero no acepta una pausa en la erradicación y sin eso no habrá paz, dijo Evo Morales.
El presidente planteó una nueva política que promueva mejoras en la vida de los campesinos, mantenimiento de la paz y un nuevo estudio para determinar la cantidad de hectáreas de coca para consumo legal, explicó el ministro de la Presidencia, Carlos Sánchez.
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Después de seis horas de reunión ambas partes acordaron volver a reunirse, pero no fijaron la fecha.
La legislación actual permite sembrar 12.000 hectáreas en la zona de Yungas, a 350 kilómetros al norte de esta ciudad, para consumo medicinal y alimenticio.