El papa Juan Pablo II animó esta mañana a los estudiantes de la Pontificia Universidad Urbaniana a prestar una "particular atención" a las culturas de los pueblos y a las grandes religiones mundiales, "comenzando por el Islam, el Budismo y el Hinduismo".
El Pontífice les pidió también que ahonden en el diálogo interreligioso, subrayando que sin renunciar a afirmar la fuerza del Evangelio, "es una obligación para los cristianos, en el lacerado mundo de hoy, ser hombres de diálogo".
El Obispo de Roma hizo estas afirmaciones en el discurso que dirigió a los participantes al convenio promovido por la Universidad Urbaniana con motivo del 375 aniversario de la fundación del Colegio Urbano, a los que recibió en el Vaticano.
Papa Wojtyla resaltó la finalidad misionera que tiene esta universidad católica y agregó que en medio de la violencia, el terrorismo y la guerra, que "sólo sirven para construir nuevos muros entre los pueblos", este ateneo "es una palestra de universalidad en la que se debe respirar el sentido de comunión cristiana que caracterizaba a la comunidad primitiva".
El Colegio Urbano fue fundado hace 375 años por el papa Urbani VIII, su objetivo era formar a sacerdotes misioneros. La preocupación del pontífice era la de emancipar a la Iglesia de las potencias coloniales.
"Era necesario asegurar la libertad de evangelización en las tierras recientemente descubiertas y en aquellos países donde el cristianismo había sido anunciado en tiempos lejanos, como China", recordó hoy Juan Pablo.
Hace cuarenta años, Juan XXIII atribuyó al colegio Urbano el rango de Universidad Pontificia.