Además de la Catedral y los bomberos, las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y la Policía fueron los más puntuales. El alcalde, Paco Moncayo, quien convocó a la minga, llegó con 20 minutos de retraso. Y siguiendo ese ejemplo, muchos capitalinos salieron de sus casas pasadas las 09h00 para limpiar las aceras y calles del frente de sus domicilios.

En el centro urbano los habitantes de los barrios populares fueron quienes trabajaron con mayor entusiasmo.

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En San Carlos, la Rumiñahui (norte); La Libertad, San Juan, La Colmena (oeste); La México, El Camal, Villaflora (sur), la participación ciudadana llegó al 80%. Mientras, en los sectores de la avenida Amazonas (La Mariscal) y en la exclusiva avenida González Suárez, muy pocos moradores colaboraron en la remoción de ceniza.

En el parque La Carolina, donde los sábados y domingos se reúnen miles de personas a hacer deporte, muy pocos limpiaron las canchas o veredas. La mayoría se dedicó a jugar fútbol y básquet, en medio de nubes de polvo volcánico en el ambiente.

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En los valles
En los valles aledaños a la ciudad, donde viven unas 400.000 personas, bajo un intenso sol que caracterizó al clima de Quito y sus alrededores, pequeños grupos de moradores de Los Chillos, Amaguaña, Cumbayá y Tumbaco dedicaron la mañana a la  limpieza.

Fueron más bien los 900 militares de las brigadas Pichincha y de Ingenieros Cenepa, ubicados en la Balvina y Machachi, quienes asumieron esta labor. Con palas, fundas plásticas y camiones limpiaron las zonas más transitadas y parques.

Carlos Armas, habitante de Amaguaña, se quejó por la falta de cooperación de los vecinos. En Tumbaco, el dirigente barrial, Vladimir Cadena, comentó que la población se organizó sola porque no hay una buena relación con la administración municipal.

Pese a que el general Luis Aguas, comandante de la Brigada Shyris, informó el viernes pasado que 8.000 estudiantes de la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) participarían en la minga este fin de semana, fueron solo decenas de alumnos que acudieron al llamado.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) dispuso también que los vehículos circularan a una velocidad tope de 30 kilómetros por hora. Sin embargo, la Policía no tenía la disposición de priorizar la detención de los infractores, informó el jefe de la Policía Metropolitana, Carlos Calahorrano.

Pasado el mediodía, la ciudad retomó sus actividades habituales de fin de semana. Vientos fuertes que anunciaban lluvia levantaron la ceniza aún acumulada, lo que genera inquietud entre los moradores.

Alrededor de las 15h45, una fuerte lluvia –relámpagos y granizo en algunos sectores– cayó sobre la capital, aplacando el polvo del ambiente.

El COE tenía previsto que con la minga se recogieran dos mil toneladas de material volcánico.

Hoy se cumplirá el segundo día de labores, desde las 08h00 hasta las 17h00.