¿Qué hicieras si te enteras de que hoy es tu último día de vida? Seguramente muchísimas cosas. Te detendrías a pensar en aquella sufrida esposa a la que engañas o en aquel hijo al que dejaste recién nacido. Reflexionarás en aquella pandilla en la que estás metido o en aquel hombre al cual disparaste sin razón.
Ahora ponte a razonar en todos los problemas que tú crees que son los más graves del mundo y que irremediablemente para ti no tienen solución. No te amargues, pues debes saber que en el mundo hay mucha gente que padece peores situaciones que las tuyas y que trata de vivir feliz cada segundo que pasa. Por ejemplo, tienes que entender que en algún lugar del mundo, lejos o cerca de aquí, hay una persona de tu misma edad, con cáncer terminal o con sida, y que ella es más feliz que tú. Sí, tú. Tú que tienes la gran suerte de estar sano y posees todas aquellas cosas que quizás no te has dado cuenta y que muchos quisieran tener la mitad. No debes quejarte, sino tratar de cambiar y ser mejor.
Tú tienes que aprovechar que puedes elegir el alimento que quieres comer y tirar a la basura lo que no quieres. Así podría seguir escribiendo una infinidad de cosas, pero me detendré para aconsejar que disfruten el presente con una sonrisa de vida, pues no hay un ayer y nunca se sabe si se tendrá un mañana.
CÉSAR CAMPAÑA
Estudiante, 19 años.