La montaña, de 3.562 metros y en los límites entre las provincias de Napo, en la parte andina, y Sucumbíos, en la Amazonia ecuatoriana, registró en horas de la madrugada una erupción que obligó a evacuar a unos 1.500 habitantes de  pequeños poblados cercanos.

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De acuerdo a reportes de la Cruz Roja y de la Policía también salieron 600 trabajadores del oleoducto para crudos pesados que se encuentra en construcción y es paralelo al ducto transecuatoriano, el único en funcionamiento en  Ecuador.

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Mónica Segovia, experta del Instituto Geofísico, que monitorea la actividad  volcánica en todo el país, dijo a la AFP que las primeras evaluaciones indican una salida de flujos piroclásticos, cuyo descenso por las laderas de la montaña  ha bloqueado vías de acceso.

 

El coronel Milton Borja, comandante de policía de Sucumbíos, precisó a su  vez que se cerró la vía que une Lago Agrio, capital de esa provincia, y Quito.

 

El Reventador, que tiene tres kilómetros de diámetro y paredes interiores  de hasta 200 metros de altura, está ubicado en una zona sujeta a movimientos  tectónicos, debido a la convergencia intracontinental entre la Cordillera de los Andes y la plataforma amazónica.

 

Eduardo Aguilera, investigador de la Escuela Politécnica del Ejército,  explicó que se trata de un volcán activo, cuyas características fundamentales  son actividades explosivas y emisión de flujos de lava que han sido notables en  los períodos 1955-1960 y 1972-1976.

 

Estimó que esta vez se repetirían las condiciones que se dieron en 1976,  cuando se registró la última erupción con "el predominio de flujos de lava y  una actividad explosiva muy moderada".

 

"Es lo que podemos esperar", manifestó a periodistas el geólogo  ecuatoriano, quien explicó que el impacto de esos eventos no sería grave,  debido a que la montaña se ubica en un terreno en forma de herradura que "le  confina al volcán al quedar en un ambiente cerrado".

 

Afortunadamente, indicó, es un sitio en el que no vive persona alguna y la probabilidad de que se desborden flujos de lava fuera de la herradura es prácticamente inexistente, por lo que añadió que las tuberías de transporte de crudo  "no están expuestas a ningún riesgo".

 

El experto consideró que si la actividad volcánica se mantiene los próximos meses se registrarían flujos de lodo secundarios y la expulsión de ceniza.

 

De acuerdo a los reportes de la Cruz Roja y de la Policía no se han registrado víctimas y se adoptaban las medidas para controlar cualquier  emergencia.

 

Mientras tanto, la actividad eruptiva en El Reventador había provocado la  caída de ceniza en sectores aledaños a Quito, según informó Armida Mera,  portavoz de la Cruz Roja.

 

En Ecuador, los volcanes Guagua Pichincha, 10 km al oeste de Quito, y  Tungurahua, a 140 km al sur, entraron también en un proceso eruptivo a finales  de 1999 y actualmente se mantienen con una actividad entre pequeña a moderada.