Fiscales de Maryland presentaron las primeros acusaciones de asesinato por los 13 ataques de un francotirador en la zona de Washington, y las autoridades rastrearon este sábado al copropietario de un auto Chevrolet azul en el que detuvieron a los dos sospechosos.
Se cree que el hombre detenido ayudó a los dos sospechosos a comprar un auto. Las autoridades dicen que se abrió un orificio en el baúl, desde el cual los francotiradores habrían disparado contra sus víctimas.
La vocera del FBI Linda Vizi dijo que Nathaniel O. Osbourne fue detenido el sábado en Flint, Michigan. No se divulgaron otros detalles.
En los suburbios de Washington donde se produjeron los asaltos, los vecinos reanudaban sus quehaceres cotidianos con sensación de alivio, aunque muchos lloraban la muerte de la última víctima.
En Silver Spring, Maryland, autobuses se unieron a la procesión fúnebre de Conrad Johnson, de 35 años, abatido el martes.
Dos días después de la muerte de Johnson, John Allen Muhammad, de 41 años, y el adolescente John Lee Malvo fueron detenidos en una playa de estacionamiento. Las autoridades querían interrogar a Osbourne, a quien consideran testigo de cargo.
Las autoridades de Maryland presentaron seis cargos de asesinato con premeditación y alevosía contra Muhammad y Malvo por las muertes que sucedieron en su distrito.
Dijeron que pedirán pena de muerte para Muhammad. Malvo será juzgado como adulto, pero si se confirma que tiene 17 años, no se le podrá aplicar la pena capital por ser menor de 18. Virginia y Alabama, donde se produjeron los demás asesinatos, admiten la pena de muerte a partir de los 16 años.
Al anunciarse los primeros cargos, autoridades federales y estatales empezaron a disputar sobre quién tenía precedencia en el caso.
El Departamento de Justicia aún no ha resuelto si presentará cargos. Un funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que los fiscales federales podrían usar la ley Hobbs, que permite al gobierno pedir la pena de muerte por asesinato acompañado de extorsión. Fuentes policiales dicen que tienen dos cartas en las cuales los francotiradores pedían 10 millones de dólares.
En Alabama, se presentaron cargos contra los dos sospechosos por el robo, en septiembre, de una tienda de licores seguido del asesinato de una mujer y heridas a otra, y las autoridades dijeron que pedirán la pena de muerte.