Seis representantes de los más de 170 millones de amantes del fútbol en Brasil recibieron, este viernes en Oviedo (norte), de manos de Felipe de Borbón, el premio Príncipe de Asturias del Deporte concedido a la selección brasileña que cinco veces alzó la copa del mundo.
Sin la habitual indumentaria deportiva auriverde, sino vestidos de sobrio traje azul, los capitanes de tres de los cinco equipos nacionales brasileños, Iberaldo Luis Bellini, Carlos Alberto Torres, Carlos Caetano Bledorn Verri "Dunga" y los entrenadores Carlos Alberto Parreira y Mario Lobo Zagallo recibieron la distinción durante una ceremonia de gala en el teatro Campoamor de Oviedo.
La comitiva brasileña estaba presidida por el titular de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira.
La selección de fútbol de Brasil fue distinguida por la Fundación Príncipe de Asturias por los "valores de integración social y el sentido ciudadano que convierten a este deporte en una pasión compartida por el pueblo brasileño", indicó el jurado durante la ceremonia transmitida en directo por la televisión española (TVE).
Al felicitar al equipo brasileño que, aunque con distintas formaciones, se impuso por primera vez al resto del mundo en 1958 en Suecia, Felipe de Borbón reconoció que en Brasil, el fútbol es "más que una fenómeno deportivo" y enfatizó: "en Brasil el fútbol es un sentimiento".
"El fútbol eleva la autoestima y la dignidad de todo el pueblo", dijo el hijo de los reyes de España al citar al actual presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso.
Poco antes de la entrega de los premios, Parreira, Dunga y Bellini, dijeron a la prensa en Oviedo que se consideran "auténticos privilegiados" por haber llegado hasta la capital asturiana para recibir la distinción.
"El fútbol -sostuvo Dunga- forma parte de la sangre brasileña". En Brasil "si no tienes nada y sí el talento de jugar al fúbtol, puedes ser algo en la vida. Por eso, todos lo amamos con nuestro corazón".
Carlos Alberto Parreira fue entrenador de las selección brasileña que ganó el mundial de 1994, y tuvo el mérito de impulsar el bautismo en un Campeonato del Mundo del ahora célebre Ronaldo, delantero del Real Madrid desde hace un par de meses.
"Dunga" fue capitán en el mundial estadounidense de 1994 y Mario Lobo Zagallo fue entrenador de la selección que se impuso en 1970 en México.
La candidatura del equipo auriverde para los premios de la Fundación asturiana se impuso en setiembre pasado a la de la atleta mozambiqueña María Mutola.
Brasil ganó la Copa del Mundo en Suecia (1958), Chile (1962), México (1970), Estados Unidos (1994) y Corea del Sur-Japón (2002).
Los otros siete premios Príncipe de Asturias fueron atribuidos al director de orquesta israelo-argentino Daniel Barenboim y al escritor estadounidense de origen palestino Edward Saíd (Concordia), al dramaturgo estadounidense Arthur Miller (Letras), al sociólogo británico Anthony Giddens (Ciencias Sociales), al cineasta estadounidense Woody Allen (Artes), al Comité Científico para la Investigación en la Antártida (Cooperación Internacional) y al ensayista alemán Hans Magnus Enzensberger (Comunicación y Humanidades).
Cada una de las distinciones está dotada con 50.000 euros (casi la misma cantidad en dólares) y una escultura del artista español Joan Miró.