Un grupo de entre 10 y 20 hombres armados, que se autodenominaron “kamikazes de la 29ª división”, tomaron ayer como rehenes a cerca de mil personas en un teatro de Moscú.
Los captores, independentistas chechenos, amenazan con hacer estallar el edificio si las fuerzas de seguridad rusas intentan entrar.
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La agencia de noticias oficial rusa Interfax afirmó que los secuestradores prometieron ejecutar a diez rehenes por cada muerte de uno de sus hombres.
Según algunos rehenes, que pudieron comunicarse con la Policía y la prensa local gracias a sus teléfonos celulares, los asaltantes “llevan explosivos encima y están colocando más en el teatro” y piden el “final de la guerra”.
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El ejército de Moscú entró el 1 de octubre de 1999 en Chechenia, donde grupos nacionalistas exigen su independencia de Rusia desde la disolución de la Unión Soviética. Desde entonces libran una guerra de guerrillas con los separatistas.
A las 19h00 locales (14h00 Ecuador), el grupo armado entró en el teatro disparando al aire y bloquearon todas las entradas y salidas para evitar que los espectadores abandonaran el lugar.
Los hombres armados dejaron que unos 20 niños, algunos de ellos actores, abandonaran el teatro, una antigua casa de cultura en la que se representaba en aquel momento una comedia musical.
Esta es la mayor toma de rehenes de la historia de Rusia y la mayor ofensiva de los separatistas chechenos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, convocó un gabinete de crisis para hacer frente al secuestro.