Un juez federal multó con medio millón de dólares a la empresa auditora Arthur Andersen por obstrucción a la justicia en relación con el caso Enron, el gigante energético que se declaró en bancarrota en diciembre del 2001.

La multa impuesta, la más alta estipulada legalmente, se acompaña de un periodo de prueba de cinco años en el que la empresa será sometida a una estrecha vigilancia judicial.

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Arthur Andersen, que después de 89 años de existencia dejó de auditar a empresas que cotizan en bolsa y despidió a 27.000 de sus 28.000 empleados, elaboró las auditorías que indicaban que Enron estaba en buena situación financiera, pese a que perdía miles de millones de dólares.

Enron finalmente destapó en octubre del año pasado pérdidas multimillonarias en el cuarto trimestre del 2001, lo que desembocó en su bancarrota.

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Fuentes judiciales informaron que la pena impuesta es poco severa, porque no condena a ninguno de los directivos a penas de cárcel y no castiga la presunta destrucción de documentos que pueden haber arrojado luz sobre las irregularidades cometidas.

El pasado 16 de mayo, David Duncan, socio de Arthur Andersen, reveló que se destruyeron documentos de Enron, con los que la empresa auditora habría intentado debilitar las acusaciones de obstrucción a la justicia planteadas por los fiscales.

Duncan se declaró culpable de un caso de obstrucción a la justicia y se comprometió a colaborar con los fiscales, a cambio de conseguir una sentencia más leve e inmunidad ante posibles nuevos delitos que se destaparan en relación con la auditoría de Enron.