El Dalai Lama, líder espiritual y político del Tíbet, recibió ayer el premio de Derechos Humanos de la universidad de Graz (Austria), ceremonia en la que se reencontró con su amigo y preceptor, el austriaco Heinrich Harrer.
El Dalai Lama, que participa desde el 11 de octubre en las jornadas de rito pacifista budista Kalachakra en Graz, recordó la importancia de los valores éticos en la vida y abogó porque se permitan celebrar los rituales de cada religión en todo el mundo.