Comerciantes del Perú aprovechan la fortaleza del dólar para colocar sus productos en Ecuador.
Sentada sobre un banco de madera, Ramona Naula, comerciante de la población de Huaquillas, acomoda la mercadería mientras espera con resignación que acabe el día para contar los pocos dólares que ganó en las tres camisetas que vendió.
La humilde mujer, nativa de Riobamba, quien se asentó en la ciudad fronteriza con Perú para afianzar su negocio, se cruza de brazos y muestra contrariedad cuando reconoce que su trabajo dejó de ser lucrativo desde que Ecuador firmó en 1998 el acuerdo de paz y se incrementó el comercio en la frontera.
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Poco después llegó la dolarización, enero del 2.000. Lo que frenó las ventas en el lado ecuatoriano, donde los precios se encarecieron.
Noemí Lozano, desde hace un año, perdió también el entusiasmo de armar diariamente en la vía pública su puesto de calzado.
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“Solo vendo dos pares en el día con una ganancia de cuatro o cinco dólares. Los visitantes prefieren ir a Aguas Verdes y comprar más barato”, dijo mientras baraja los naipes y empieza el juego con otros vendedores de la zona.
La misma escena se repite con la ropa, muebles y otros bienes.
El comercio en la frontera sur bajó de intensidad para los compatriotas que habitan en Huaquillas, pero se reactivó para los comerciantes de Aguas Verdes, ciudad limítrofe con Perú.
Cada dólar equivale a unos 3.70 soles peruanos.
En el área, carretillas de madera empujadas por corpulentos hombres cruzan llenas de mercadería de un lado hacia otro.
En el puente internacional no existe control. Enrique Angulo, oriundo de Trujillo, departamento peruano, coloca su puesto ambulante y ofrece zapatos a siete dólares o el equivalente a 24,000 soles.
“No importa si paga en dólares o en soles ofrezca para que pueda llevar”, es la frase recurrente que dirige a los curiosos que se acercan a observar detenidamente la mercadería.
Al pie de las riberas del río Zarumilla, el trueque tiene matiz casero. Los peruanos adquieren legumbres, frutas, víveres de la canasta familiar y el gas de uso doméstico por su bajo costo.
Allí decenas de ecuatorianos, sin medir peligro, de forma artesanal, trasbordan el líquido de los tanques a través de mangueras.
“Por llenar el tanque peruano ganamos 50 centavos de dólar por cada venta”, manifestó Braulio Mosquera.
Mosquera refirió que en Perú el cilindro cuesta entre 15.000 y 18.000 soles que corresponden a 4 y 4,80 dólares y que en Ecuador vale 1,80 dólares, pero el traslado de Guayaquil a Huaquillas encarece el precio a 2,10 dólares.
FRONTERA
HABITANTES
Huaquillas tiene 60.000 habitantes y una población flotante de alrededor de 15.000 personas oriundas de diferentes provincias del país, especialmente El Oro, Azuay y Loja.
SIN SERVICIOS
La ciudad carece de agua, de alcantarillado sanitario y de recolección de basura.
TRABAJO
La actividad comercial la ejerce el 85% de la población mientras que la pesca, recolección de conchas y moluscos alcanza el 5%. El 8% se dedica a producir ladrillos.
PASO LIBRE
La tarjeta andina, que permite el libre tránsito entre los dos países incrementó en el 300% el tránsito de personas y vehículos por la frontera.