El Rodeo Montubio es una de las pocas tradiciones que se conservan en la Costa y que permite conocer al hombre del campo sus costumbres, su pericia y alegría.

Es el momento más esperado por el montubio. Es su fiesta. La oportunidad de exhibir su destreza y habilidad para montar o lazar un corcel chícaro.

Publicidad

Ese día hombres y mujeres con la piel curtida por el sol y las manos callosas por su trabajo, visten sus mejores trajes y se entregan al desenfreno y la algarabía.

Caballos, sombreros, pistolas y espuelas, son invitados infaltables al Rodeo Montubio que se realiza antes y durante el 12 de Octubre, Día del descubrimiento de América y de la Raza, como un motivo para demostrar el orgullo de lo que son.

Publicidad

Todo es rístico, nada importado, salvo la mísica, porque desde el coso (escenario donde se realiza el rodeo) es elaborado con cañas. Las suertes ejecutadas por los jinetes son de su propia creatividad y los amorfinos son los versos que con rima utiliza el montubio para enamorar o para expresar alegría o tristeza.

Aunque no gusta a muchos, los disparos también son parte de la fiesta montubia; "eso no nos pueden prohibir, los disparos son para nosotros como el aplauso por una suerte bien realizada", dijo Wilson León, uno de los más entusiastas promotores de los rodeos.