La momia del faraón Keops nunca se ha encontrado, lo que agrega misterio a la gran pirámide, una de las siete maravillas del mundo antiguo cuyos secretos de construcción todavía desafían a los expertos.
La pirámide, formada por 2,3 millones de bloques de piedra con 137 metros de altura y 227 metros de base, es la mayor de las tres que forman un grupo arqueológico con la Esfinge, en el desierto de las afueras de El Cairo.
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Según la egiptología clásica, el faraón Keops fue el segundo soberano de la IV dinastía, que inauguró el denominado Imperio Antiguo (2575-2150 aC).
Los arqueólogos Zahi Hawass, de Egipto, y Mark Lenher, de EE.UU., coincidieron en que la aparición de los sellos es una “prueba inequívoca de que los canales esconden un gran misterio” porque si no “los constructores de las pirámides no se habrían preocupado tanto de dificultar el acceso”.