La FIFA anunció el martes que no admitirá apelaciones por partes de jugadores que reciban la tarjeta roja directa y que éstos deberán cumplir el mínimo de un partido de suspensión.
La decisión del árbitro no deja espacio para especulaciones, dijo a la prensa el presidente de la FIFA Joseph Blatter, luego de una reunión del comité ejecutivo de la organización.
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Un jugador expulsado por el árbitro tiene que cumplir una suspensión de un partido inmediatamente.
El comité ejecutivo decidió que cualquier jugador que es expulsado durante un partido tras recibir la tarjeta roja, o dos tarjetas amarillas, será suspendido automáticamente por un encuentro en la misma competencia.
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Los jugadores no podrán apelar la suspensión por un partido, aunque tienen derecho a apelar suspensiones más largas impuestas por faltas más graves.
Blatter dijo a la prensa que la FIFA estaba escribiéndole a las 204 federaciones nacionales de fútbol para informarles de su decisión. La FIFA espera que todas las ligas del mundo apliquen la regla para el 1ro de octubre.
Blatter indicó que la FIFA había decidido actuar porque no estaba de acuerdo con una decisión de la comisión disciplinaria de la liga suiza de anular la decisión de un árbitro.
Según Blatter, la FIFA se dio cuenta de que la liga suiza no era la única en actuar con tal irrespeto hacia la decisión de un árbitro.
Eso también pasa en España e Inglaterra, añadió.
Durante un partido hace varias semanas entre los clubes suizos Grasshoppers y Basilea, el árbitro expulsó al arquero de los primeros por una carga contra un rival.
Pero el comité disciplinario descartó la suspensión al arquero Fabrice Borer y se le permitió jugar en la siguiente fecha.