Lunes 16 de agosto del 2002. Las escuelas del centro y norte de Italia inician un nuevo período educativo con pocas horas de diferencia, que sus similares del Ecuador.

El presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, y la ministra de Educación, Letizia Moratti, encabezan la ceremonia en Roma; también está el jugador Franchesco Totti. “El sistema escolástico nacional  no puede ser sustituido, es un gran patrimonio que se va reforzando en un momento histórico caracterizado con la llegada a Italia de tantos trabajadores extranjeros”, dijo ese día el mandatario.

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Y la alusión fue contra los cientos de niños y jóvenes inmigrantes o hijos de ellos; muchos de nacionalidad ecuatoriana, que ingresan al sistema regular de educación.

Centro para ecuatorianos
El Instituto Centro Histórico de Génova es un colegio que funciona  hasta el tercer año y allí estudian extranjeros, -en su mayoría-. Estructuralmente no tiene espacio como los otros colegios de Génova, que cuentan con gimnasios y grandes jardines; su capacidad es para 100 alumnos.

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“Los chicos ecuatorianos son los que logran adaptarse más fácilmente desde el punto de vista lingüístico, porque nuestro idioma casi es igual al español y muy diferente al árabe o al chino”, dijo Raffaela Conti, genovesa que desde hace 4 años dirige el Instituto.

Según Conti, los estudiantes ecuatorianos son “extremadamente disciplinados, quizás porque la educación ecuatoriana impone una disciplina más allá de los límites”.

Este año el Instituto cuenta con 35 alumnos ecuatorianos, todos tienen a su madre como representante y un gran porcentaje a sus padres. “Veo que los valores familiares son muy importantes  para ellos”, comentó la docente.