Con más de 600 mil habitantes, es una de las parroquias con mayor número de votantes en el país.
Al principio todo era manglar y estero donde las conchas, camarones y otras especies vivían en armonía; hoy, todo es diferente y el paisaje natural de hace más de 50 años cambió por interminables hileras de casas donde habitan más de 600 mil personas: es la parroquia urbana Febres Cordero, del cantón Guayaquil.
Las primeras casas de caña y las calles de lodo se transformaron poco a poco en edificaciones de cemento y en vías de asfalto y concreto.
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Los primeros habitantes fueron inmigrantes procedentes del campo y de pequeñas poblaciones rurales. Hoy la situación es diferente, ya que los moradores son hijos y nietos de los que llegaron primero.
Los constantes rellenos y la urbanización del sector cambiaron el paisaje, ya no existen los pequeños esteros que fueron hábitat de aves, plantas, peces y crustáceos, sin embargo, aún queda un ramal del estero Salado que ya no tiene la vida ni la limpieza de antaño.
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Alonso Herrera, de 39 años y residente en esta parroquia desde su nacimiento, recuerda que cuando niño recogía conchas y camarones en un ramal del estero, lo que “ahora no es posible, ya que todo es pavimento y asfalto”.
“Los caminos eran muros de lodo construidos sobre el manglar, por allí salíamos a la escuela o a coger el autobús para ir al centro de la ciudad. El pavimento, agua potable, luz eléctrica, alcantarillado y otras cosas llegaron después de varios años. Al principio nos fregamos mucho”, dijo.
El eje de la parroquia es la calle 29 o Assad Bucaram, donde se realizaron concentraciones políticas con la asistencia de miles de personas, principalmente en la era cefepista y ahora la roldosista.
El intenso tráfico de vehículos y la gran actividad comercial demuestran la importancia de esta zona de la ciudad, que ya no es marginal, pues cuenta con todos los servicios básicos y está integrada completamente a la vida urbana.
Manuel Barzola Cáceres, quien tiene 61 años y vive desde hace más de tres décadas en el sector, destacó que en la Febres Cordero había pampas, salitrales y esteros.
“No se disponía de agua potable, que se la recogía en Gómez Rendón y la 29, desde donde se la traía en latas. Era muy duro vivir aquí, ahora las cosas son distintas y se dispone de todas las comodidades”, concluyó.
Lugares
El hospital Guayaquil o del Suburbio es la principal casa de salud de la parroquia Febres Cordero. También hay clínicas y policlínicos.
Iglesias. En este sector están los siguientes templos católicos: Nuestra Señora de Fátima (Portete y la 18ª), Santa Teresita (30ª y El Oro), Nuestra Señora del Cisne (Sedalana y la 31ª).
En la Febres Cordero no hay muchas áreas verdes. Los únicos sitios de distracción son los parques Lineal, situado en la calle 29ª, y Santa Teresita, ubicado en las calles 30ª y Maracaibo.