El presidente de EE.UU., George W. Bush, declaró la mañana de hoy que Saddam Hussein no engaña a nadie con su promesa de admitir inspectores de armas, y vaticinó que las Naciones Unidas aceptarán la política estadounidense en torno a Irak pese a indicios de discrepancias.
En una reunión con líderes del Congreso en el despacho presidencial, el presidente agradeció tanto al opositor Partido Demócrata como a sus colegas en el Republicano por comprometerse a votar en el Congreso sobre una resolución referente a Irak, antes de las elecciones de noviembre.
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“Creo que es importante que demostremos al mundo que este país está unido en su empeño”, dijo Bush.
El líder de la Cámara de Representantes, el opositor Dick Gephardt, dijo que tenemos que estar unidos en Estados Unidos y apoyar las medidas ya sea diplomáticas o militares, como sea necesario, para resolver este problema.
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Al tiempo que algunos aliados norteamericanos, en particular Francia y Rusia, decían que la promesa de inspecciones podría obviar la necesidad de una nueva resolución buscada por Bush, el presidente declaró que “Todo lo que tienen que hacer es comprobar su historial (de Saddam). No engañará a nadie con su estratagema más reciente, su intento más reciente de desafiar a las Naciones Unidas sin rendir cuentas”.
Cuando continuemos demostrando su actitud desafiante, sus engaños, el hecho de que una y otra vez, docenas de veces, ha prometido al mundo que cumplirá (con las resoluciones) y nunca lo hace, estamos convencidos de que los países que se interesan por la paz y por la vigencia de las Naciones Unidas se sumarán a nuestra causa.
Fue el segundo día consecutivo que Bush ha instado a las Naciones Unidas a tomar medidas contra Saddam, reflejando con ello preocupaciones de sus asesores de que Irak está ganando la batalla de relaciones públicas con Estados Unidos.
Por su parte, al salir de la reunión, los dirigentes demócratas hicieron declaraciones de conciliación y solidaridad con los republicanos.
Gephardt dijo que una resolución firme era necesaria para dar a Bush la autoridad de enfrentar a Saddam a nivel diplomático y si es necesario, a nivel militar. El dirigente de la mayoría senatorial, el opositor Thomas Daschle, creo que es un momento importante para nuestro país y para la comunidad internacional para que colaboremos.