La Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC) solicitó “la destrucción de 370.800 botellas de licor presuntamente adulterado, sin etiquetas ni marcas ni registro sanitario, que fueron detectadas en el Puerto de Guayaquil”.

Según un boletín de prensa firmado por Ramiro Larrea, presidente de la CCCC, “la destrucción total de los licores es para precautelar la salud de miles de personas que podrían consumir estos productos”.

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Insiste en que la destrucción pública de estos licores se haga “con la presencia  de funcionarios de la Corporación Aduanera Ecuatoriana, Fiscalía, Ministerio de Salud  Pública,  Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador (Adile) y de los medios de comunicación.

En  las  investigaciones la Comisión determinó la existencia de 18 contenedores que presuntamente ingresaron al Puerto sin cumplir las normas legales vigentes.

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“Por ello la Gerencia Distrital de la Corporación Aduanera debe declarar el  abandono tácito de las mercancías que ingresaron en enero y febrero de este  año,  pues sobrepasaron el plazo para presentar la respectiva declaración aduanera”, concluye.