En declaraciones que publicó ayer el diario Tribune de Geneve, Rojas rechazó el calificativo de “narcoguerrilla” que se les da y se preguntó por qué no se les llama “banano-guerrilla”, “petro-guerrilla” o “café-guerrilla”.

“Controlamos efectivamente regiones de producción de coca, y en un principio rechazamos el cultivo, pero comprendimos que estábamos atacando un medio de supervivencia de los campesinos”, explicó el portavoz.

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Rojas señaló que en un principio se cobraba un “impuesto revolucionario” a todo el mundo, pero luego “lo afinamos, y ahora solo tienen que pagar las personas jurídicas y naturales con fortunas superiores al millón de dólares”.

El portavoz rebelde también justificó los secuestros: “Si una persona no paga, la secuestramos hasta que pague lo que debe y los intereses. Pero en el fondo no somos favorables a esa práctica”.

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Un total de 12.948 personas fueron secuestradas en Colombia durante la administración del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), lo que representa un promedio de 8,5 personas al día, según un informe de la privada Fundación País Libre, revelado ayer por el diario El Tiempo.

El presidente Álvaro Uribe reiteró su decisión de intensificar la erradicación de cultivos ilícitos y la lucha contra el narcotráfico con un plan que sustituya cultivos de coca por bosques en el departamento de Putumayo (sur, frontera con Ecuador y Perú) y llamó a la comunidad internacional a financiar ese programa.