Equipos de rescate revisaron el sábado la costa llena de escombros y los destruidos centros turísticos de la costa rusa del Mar Negro en busca de más víctimas de las inundaciones que costaron 51 vidas en toda Europa.
Decenas de automóviles y dos autobuses terminaron en el mar cuando una ola cubrió el balneario de Shirokaya Balka, destruyendo casas, cafés y centros de recreo.
Estoy asolado. No sé qué hacer, dijo Andrei, turista que solamente dio su primer nombre, ante los restos de su automóvil.
Las inundaciones fueron tan severas en esta pequeña población que incluso parte del concreto de las calles fue arrastrado, atrapando a los turistas que tuvieron la suerte de salvar sus automóviles.
El balance de muertos subió a 44 en la región rusa de Novorossiisk, a 1.000 kilómetros al sur de Moscú, dijo Marina Ruklina, vocera del Ministerio de Situaciones de Emergencia. Entre los muertos hay dos niños de unos dos años y 25 mujeres, agregó.
Irina Sherbakova, jefa de la unidad de respuesta rápida del gobierno de Novorossiisk, dijo que murieron ahogados.
Las inundaciones cobraron vidas en el resto de Europa también. En la República Checa, una niña de 19 años desapareció luego de que una balsa donde viajaba con otras dos personas volcó en un río crecido cerca de Rokycany, a 90 kilómetros al suroeste de Praga.
Las autoridades buscaban a un hombre cuyo automóvil fue barrido por la crecida de un río en Kaplice, a 170 kilómetros al sur de Praga.
En el suroeste de Rumania, un hombre de 62 años y un niño de ocho murieron cuando las aguas barrieron sus poblaciones.
En Bulgaria, las inundaciones dejaron decenas de poblaciones sin electricidad.
Los rayos también causaron otras tres muertes en Europa.
En Italia, las fuertes lluvias alzaron el nivel de las aguas alrededor de Venecia en 90 centímetros, causando temores de inundaciones.