El Deportivo de La Coruña logró la clasificación para la final del Trofeo Teresa Herrera tras imponerse con autoridad, en su estreno ante la parroquia herculina esta temporada, a un flojo Nacional de Montevideo, que estuvo carente de ideas durante todo el partido.
 
La escuadra gallega superó, con goles de Víctor -en dos ocasiones-, Makaay y Djalminha, su primer test serio de la pretemporada. El equipo blanquiazul, que tan sólo alineó, en la segunda mitad, a una de las caras nuevas de la temporada, Jorge Andrade, espera ya a la segunda semifinal para conocer quién será el siguiente obstáculo en su camino hacia la consecución de su décimo trofeo, Atlético de Madrid o Cruz Azul.
 
El conjunto deportivista salió al campo mucho más concentrado que los uruguayos y practicando un fútbol alegre y dinámico con un continuo dominio del esférico sobre terreno contrario. Así las cosas, las jugadas de peligro, en las que colaboró una defensa charrúa muy pasiva, no tardaron en llegar.
 
Y por encima de todo, el Deportivo contó también en los primeros compases del partido con el acierto de Roy Makaay. El holandés parece tocado con la varita mágica desde el pasado lunes, día en el que despertó su olfato hacia la portería contraria con dos tantos ante el Pontevedra.
 
El delantero blanquiazul, en el minuto seis, no desperdició un regalo de la zaga uruguaya en la frontal del área. Tuvo tiempo más que suficiente para recoger la asistencia de Víctor, pensar el remate, y acabar colocando el esférico fuera del alcance del meta Gustavo Munúa.
 
Si bien es cierto que el Nacional facilitó en gran medida el lucimiento de los pupilos de Irureta. Y eso que, en teoría, debería de estar mucho más rodado que los coruñeses ya que es líder del campeonato uruguayo tras cuatro jornadas sin conocer la derrota.
 
El letargo de los de Daniel Carreño, quizás producido por una falta de adaptación al horario europeo -llegaron el martes a Coruña-, fue aprovechado por los herculinos, que en todo momento mostraron un buen nivel físico y táctico.
 
Juan Carlos Valerón, el capitán Fran, y el madrileño Víctor Sánchez triangularon a su antojo sobre la línea de tres cuartos de ataque. No obstante, fue un pase al hueco del argentino Aldo Duscher el que sirvió para que Víctor, nuevamente ante una zaga demasiado dormida, ampliara las distancias en el marcador con un lanzamiento cruzado.
 
La segunda mitad siguió la tónica de la primera aunque, eso sí, el Deportivo acusó el desgaste físico y, pese a los cambios, bajó el listón. No obstante, el Nacional mantuvo su fútbol de retaguardia y tampoco inquietó la portería defendida por José Francisco Molina.
 
Con todo, los de Irureta fueron capaces no sólo de aguantar las escasas abatidas charrúas sino también de vapulear al conjunto uruguayo con dos tantos dignos de guardar en la memoria. Primero, el interior Víctor volvió a sorprender a Munúa con una excelente vaselina en el minuto 58. Posteriormente, en el 83, Djalminha se encargó de cerrar la goleada con un soberbio lanzamiento de falta.