Me sorprende pensar en la actitud actual de la gente con la que convivimos, aquella que habita en este nuestro mundo y al que pertenezco. Conflictos, chismes, insultos, desprendimientos, depresiones son algunos de los sinónimos de la tan renombrada frase ‘falta de comunicación’. Y siempre pensamos en poner excusas o pretextos y culpar al resto. Total, todos hacemos lo mismo. Siempre hay alguien que por ser inocente y débil cae por la presión o impotencia. Acusamos al jefe, al profesor, a papá o mamá, al amigo cuando el error y la ignorancia proviene de nosotros. Es indispensable que sepamos darnos cuenta que otros pueden cometer errores pero, también, de que solemos provocarlos. Tenemos que reconocer nuestros defectos y aprender de ellos. Que no aceptemos que los tenemos, quizá puede deberse a nuestra educación o a los diferentes paradigmas que fomentamos desde pequeños.

‘Mi vida es diferente, soy único, soy especial’, eso es lo que cada uno debe pensar de sí mismo y recordar que somos diferentes, tanto física como mentalmente. Relaciónate, desarrolla tus estudios, plantea tus ideas, debate pero aprende a respetar el punto de vista ajeno, y si al final descubres tu error, acepta que perdiste. No olvides ¡sé mejor, innovador, consciente, emprendedor, capaz y tolerante!
ANDREA ROMERO
Estudiante, 17 años