Con el avión bautizado como "México, siempre fiel" aún en la pista del aeropuerto, Fox realizó una declaración en la que resaltó la trascendencia de la visita del Pontífice, que concluyó hoy con la beatificación de los mártires indígenas Juan Bautista y Jacinto de los Angeles. "Esta visita nos deja mucho, nos deja el compromiso de trabajar unidos por los más pobres, los marginados y los excluidos del desarrollo", dijo el presidente, quien ayer acudió con toda su familia a la Basílica de Guadalupe para asistir a la ceremonia de beatificación de Juan Diego, el primer santo indígena del continente.
"México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México", manifestó el presidente parafraseando lo dicho ayer por el Pontífice durante la homilía de la misa de santificación de Juan Diego.
"Hoy ya tenemos un santo indígena, Juan Diego, que sin duda será también motivación, inspiración y fortaleza para todos los mexicanos", enfatizó el mandatario. Fox subrayó que la visita de Juan Pablo II a México deja "un compromiso renovado con las comunidades indígenas, para seguir trabajando junto con ellas, con apego a su cultura, a sus tradiciones, a su historia, para integrarlas plenamente al México de hoy".
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Tras dar las gracias a todos los que contribuyeron al éxito de la organización y desarrollo de la visita papal, el presidente añadió que ahora "hay que trabajar con mas fortaleza, inspiración y compromiso".
Los mexicanos quedan con tristeza y alegría, agregó Fox, quien recalcó que la presencia de Karol Wojtyla en México ha supuesto "una conmoción de espiritualidad, una verdadera motivación para salir adelante".
El trato dispensado por el presidente Fox al Papa ha roto los esquemas tradicionales de la relación entre el Estado mexicano y la Iglesia católica, que establecieron vínculos diplomáticos en 1993.
Durante los 71 años de gobierno ininterrumpido del Partido Revolucionario Institucional, estas relaciones se caracterizaron por el distanciamiento, pero la situación cambio con la llegada al poder de Vicente Fox, quien se declara un ferviente católico. EFE.