Olimpia, sin secreto alguno, en medio de una gran expectación y con la mente puesta en un triunfo aguarda a un Sao Caetano brasileño, que tampoco esconde sus intenciones en el partido de ida de la final de la Copa Libertadores.
La expectación suscitada en la capital paraguaya con la final que se disputará hoy y que coincide con la celebración del centenario de Olimpia, ha animado el ritmo en la venta de entradas, lo que vaticina que las 38.000 localidades disponibles estarán agotadas.
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El Decano, como también se conoce al Olimpia, ha fraguado a pulso otro mote, Rey de Copas, por la colección de trofeos en su historia: dos en la Libertadores (1979 y 1990), una Intercontinental de Clubes, una Recopa y una Supercopa sudamericanas y 38 trofeos de liga guaraní.
Al optimismo de su técnico, el argentino Nery Pumpido, que confirma ciegamente en la victoria, se han sumado el de los jugadores, que no dudan en indicar que el partido de ida será crucial y, sobre todo, vital para esperar con tranquilidad en el de vuelta.
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Sao Caetano, subcampeón de las últimas dos ediciones de la Liga brasileña, afrontará el partido de ida de la Copa contra el Olimpia “con mucha calma en la defensa y sin abdicar del ataque”, según el entrenador Jair Picerni.
El director técnico afirmó antes del último entrenamiento en Sao Paulo que “el Sao Caetano respetará al Olimpia, pero no se enfrentara a él con temor alguno”, y subrayó que el de hoy es solo el primer tiempo de un partido que en total durará 180 minutos.