Una niña de tres años de edad, hija del alcalde del municipio colombiano de Colón (sur), Libardo Erazo Rodríguez, fue secuestrada el pasado miércoles por guerrilleros de las FARC para obligar a su padre a renunciar al cargo, confirmó este lunes el mandatario.

La menor fue plagiada junto con la empleada doméstica del alcalde cuando ambas caminaban hacia un jardín infantil próximo a su lugar de residencia, siendo interceptadas por varios hombres que se desplazaban en un taxi, en el cual huyeron con rumbo desconocido, según las autoridades.

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El hecho recién se hizo público en las últimas horas al divulgar Rodríguez apartes de un comunicado en el que una facción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) se atribuyó el secuestro y exigió su dimisión y la de los demás alcaldes del país.

"Ayer recibí un mensaje en el cual el frente Jacinto Matallana, del Bloque Sur de la FARC, se atribuye el secuestro y me informa que mi hija y la joven que la está acompañando se encuentran bien", declaró Rodríguez, quien había renunciado al cargo antes del plagio.

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El mandatario agregó que los rebeldes le exigieron difundir la misiva a través de todos los medios de comunicación y le advirtieron que los pedidos de renuncia a los funcionarios municipales "no son un juego".

"Me dicen que las comunicaciones que se están enviando a los distintos municipios son para cumplirse, que esto no es un juego y que van a realizar un seguimiento para que se cumplan", abundó el alcalde de Colón (900 km al sur de Bogotá, en el departamento de Putumayo, fronterizo con Ecuador).

La renuncia de Rodríguez se halla en trámite, aunque los gobernadores departamentales y el gobierno central han dicho que no aceptarán dimisiones motivadas por las amenazas de las FARC.

El alcalde indicó que en la carta los guerrilleros no se refieren a la eventual liberación de la niña, por lo que pidió a estos suministrar a la brevedad pruebas de su supervivencia.

"Esto sería importantísimo para nuestra familia y para todas las personas que están a la espera de saber algo concreto sobre el estado de mi hija", puntualizó el funcionario.

El ministro del Interior, Armando Estrada, condenó el hecho y afirmó que se trata de "un acto más de barbarie del terrorismo". El funcionario también anunció la realización de un consejo extraordinario de seguridad en la ciudad de Mocoa, la capital de Putumayo, para analizar este caso y las amenazas proferidas por las FARC.

Las FARC (17.000 efectivos) mantienen desde comienzos de junio pasado una campaña de amenazas contra los alcaldes, concejales y otras autoridades municipales, a quienes exigen dimitir so pena de matarlos o secuestrarlos.

A raíz de esas intimidaciones han renunciado unos 120 burgomaestres, según fuentes oficiales, y 220, de acuerdo con informes de prensa, mientras que unos 6.400 concejales también se hallan en la mira de los rebeldes.

El gobierno del presidente Andrés Pastrana, que admite que en 200 de los 1.098 municipios del país no hay presencia de la fuerza pública, puso en marcha un plan de seguridad que incluye millonarias recompensas por la captura de los jefes de las FARC y el suministro de armas, escoltas y chalecos antibalas para los alcaldes.