Más del 50% de los niños y adultos tiene estos parásitos en su organismo, pero solo el 10% desarrolla los síntomas de la enfermedad amebiasis.

Por la falta de higiene y la contaminación de los alimentos, se estima que en el Ecuador más de la mitad de la población tiene los parásitos conocidos como amebas.

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Los médicos y laboratoristas clínicos confirman que en algunos casos las amebas afectan al 70% de los adultos y niños y que en el 30% restante se hallan otros tipos de parásitos, especialmente las lombrices.

Durante la toma de exámenes a una población de 500 personas, según  el médico Carlos Espinoza, alrededor del 70% tenía parásitos y de estos el 70% se infectó de amebas.

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En el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 480 millones de personas sufren de amebas intestinales, pero solo unos 50 millones padecen los síntomas de la amebiasis (deshidratación, fiebre, malestar general y falta de apetito).

De los que presentan algún signo, entre 40 mil y 110 mil mueren anualmente de disentería amebiana, con signos repentinos de fiebre, convulsiones y diarrea. 

Sin conciencia de daño

“Aunque en mi interior sabía que tenía algún tipo de parásitos, nunca me interesé en seguir un tratamiento para eliminarlos del organismo”, reconoce Marcela, quien obligada por la institución donde labora se sometió a pruebas clínicas.

Las fuertes cápsulas que le recetaron durante tres días le provocaron consecuencias graves que su organismo no logró superar.

“Sentí la boca amarga, mareos, náuseas y dolores estomacales que me llevaron en más de una ocasión al servicio higiénico”, relata.

Con el semblante pálido, Marcela regresó al médico en busca de un nuevo tratamiento, pero el galeno la reprendió por haber llegado tarde.

“Si hubiera ido cuando sentí que las pastillas me hicieron daño quizás no tendría la actual crisis de amebas”, cuenta.

Según Marcela, fue la dieta basada en verduras y vegetales lo que provocó la infección.
Espinoza confirma que en este tipo de alimentos existe mayor riesgo de contagio, pues el contacto con la tierra en el campo permite que el parásito infecte las legumbres.

El laboratorista clínico Roberto Illingworth sostiene que con frecuencia los exámenes que realiza tienen resultados positivos de amebas.

“Están en las heces, en forma vegetativa (con movilidad) o como quistes (inmóvil), generalmente se encuentran los tipos de amebas histolítica o coli, explica Illingworth.

Normas higiénicas
Hervir el agua al menos cinco minutos reduce el riesgo de que las amebas contaminen el líquido que se consume.

Los alimentos como las verduras, vegetales o frutas, que en su mayoría se comen crudos, deben lavarse con abundante agua.

Entre las recomendaciones para la prevención se menciona el consumo de frutas sin cáscara, pero los nutricionistas sostienen que gran parte del alimento se encuentra en la cubierta del producto, por lo que aconsejan lavarlo hasta que quede limpio, pero si la cáscara tiene impregnaciones contaminantes resulta mejor eliminarla. Los brotes de amebiasis son frecuentes en las regiones en las que el alcantarillado contamina el agua y donde se usan heces humanas como abono para frutas y verduras.

EN EL HÍGADO
Rara vez  las amebas causan algún síntoma, pero   colonizan la pared del intestino de entre el 2% y el 8% de los infectados. Cuando esto ocurre aparecen los primeros síntomas (amebiasis intestinal) o porque se propagan por todo el cuerpo y afectan a  otros órganos, especialmente el hígado.

Un niño  con amebiasis intestinal por lo general se queja de dolor gradual en el abdomen. También puede acompañarse de diarrea teñida de sangre o mucosidad. El menor puede  hacer de ocho  a doce deposiciones al día, así como experimentar una sensación de náuseas e irritación que le hace tener más ganas de ir al baño. Solo hay fiebre en una tercera parte de los enfermos.

Cuando las  amebas se dispersan  a otras partes del cuerpo, a través del torrente sanguíneo, pueden crear  focos de infección y pus en otros órganos. En el 1% de los casos las amebas infectan el hígado (amebiasis hepática).