El documento que preparó el divorcio del rey Enrique VIII y la española Catalina de Aragón en el siglo XVI podrá ser subastado fuera del Reino Unido, ya que ningún museo de este país lo ha comprado al coleccionista privado.
Según publica el periódico "The Guardian", la prohibición de exportación del manuscrito - de 34 folios- decretada en mayo por la ministra de cultura británica, Tessa Blackstone, venció el pasado fin de semana, sin que ninguna galería nacional haya aportado el millón de dólares fijado para su compra.
El documento, escrito en latín por el fraile carmelita Jacobus Calchus en 1530, quería probar la ilegitimidad del matrimonio entre un monarca y la viuda de un hermano fallecido por la proximidad del parentesco.
Así, el monarca, casado por entonces con Catalina de Aragón -que había sido esposa de su difunto hermano Arturo-, confiaba en que esta prueba le permitiría, como finalmente hizo, deshacer su matrimonio para unirse con la británica Ana Bolena.
"Este documento es uno de los primeros que se elaboraron para preparar el divorcio del rey", asegura el profesor de estudios medievales de la Universidad de York (Canadá), James Carley, el único académico que lo ha estudiado en quinientos años.
"Calchus fue el primero en darse cuenta de que la única solución al problema pasaba por separarse de Roma y del catolicismo", afirma.
Enrique VIII, que guardaba celosamente el manuscrito junto con otros dos relativos a su divorcio, acabó, efectivamente, instaurando el protestantismo en Inglaterra y fundando la Iglesia Anglicana.
El hecho de que un documento de tal importancia histórica vaya a ser subastado en el extranjero, como su anónimo propietario ha anunciado, ha levantado polémica entre los académicos del Reino Unido, que argumentan que debería quedarse en el país en lugar de venderse a una colección privada.