Los británicos, considerados entre los mayores consumidores de marihuana de Europa, pronto podrán fumarla sin temor a ser arrestados después de que, ante el aumento de fumadores, el gobierno inglés anunció que suavizará las leyes sobre el uso de la droga.
El ministro británico del Interior, David Blunkett, dijo el miércoles ante el Parlamento que bajará la droga a la categoría C, o de bajo riesgo, a partir de julio del año próximo.
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La medida colocará a la marihuana al mismo nivel de los esteroides anabólicos y hormonas de crecimiento, y poseer pequeñas cantidades de ésta o fumarla en privado será una infracción que no conllevará a arresto.
El anuncio levantó olas de furia en algunos círculos y propició la renuncia del llamado "zar" británico de las drogas y asesor gubernamental, Keith Hellawell.
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"La medida está encaminada a despenalizar su uso, más que en cualquier otro país del mundo", dijo Hellawell, al anunciar su renuncia.
Sin embargo, en un comunicado, Blunkett dijo que "el gobierno nunca se ha propuesto despenalizar o legalizar la marihuana".
"No vamos a despenalizar ninguna droga. El mensaje es claro. Las drogas son peligrosas. Vamos a educar a nuestros jóvenes para que se aparten de ellas", dijo el texto.
Agregó que "los verdaderos problemas los causan las drogas de la categoría A --heroína, crack y éxtasis--, y es donde debemos centrar nuestra atención".
Gran Bretaña es el país europeo con más muertes relacionadas con el uso de drogas ilegales y cifras oficiales aseguran que el país tiene alrededor de 250.000 abusadores "problemáticos" de drogas fuertes como la heroína.
Un informe publicado a fines del año pasado mostró que la marihuana es la droga ilícita más usada en la Unión Europea, y al menos uno de cada 10 adultos en el bloque de 15 países la ha usado.
La proporción de adultos que ha usado marihuana pasa del 10 por ciento en Finlandia al 20-25 por ciento en Gran Bretaña, Dinamarca, Francia, Irlanda, Holanda y España.
Pero Blunkett, quien ya enfrenta problemas por las crecientes estadísticas de la delincuencia y amargas disputas en torno a una reforma policial, está inclinado no a suavizar actitudes, sino a redirigir los recursos a combatir drogas más fuertes y a los traficantes.
Un reciente informe parlamentario instó al gobierno a reestructurar radicalmente la política hacia las drogas y a acercarse al estilo holandés bajando de categoría a la marihuana, relajando las reglas sobre el éxtasis y ofreciéndole a los adictos a la heroína dosis gratis.