Las dos hermanas de la víctima fatal de la intervención, estaban en la lista para el tratamiento de reducción.
Zenia Emperatriz Vera, de 36 años, vino desde Nueva York a Guayaquil con sus dos hermanas para realizarse una liposucción a bajo costo, pero murió en el quirófano de una clínica durante la cirugía el domingo pasado, y nadie sabe explicar las causas.
Martha y Delia Vera, hermanas de Zenia Vera, responsabilizaron de una presunta mala práctica al cirujano Rubén Sánchez y al anestesiólogo, cuyo nombre desconocían, que la intervinieron en la clínica San Marcos ubicada en la urbanización Vernaza Norte, cerca de Mall del Sol.
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Martha Vera dijo que su hermana sufrió cortes para la liposucción en los dos brazos, en los glúteos, abdomen y en la espalda.
Zenia pagó 2 mil dólares por la intervención y la decisión de practicarse en este país fue porque en Estados Unidos cuesta 7 mil dólares.
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Olmedo Luzurraga Hurtado, familiar de los Vera, comentó que Martha también pensaba hacerse la liposucción, por lo cual ya había pagado por adelantado 1.200 dólares. Luego se iba a someter Delia, “porque se sentía con unos kilos demás”.
Luzurraga solicitó al fiscal que ordene la captura de los implicados en este caso. Médicos de esa casa de salud dijeron ayer que a quienes se los responsabiliza de ese tratamiento están ausentes desde el domingo.
La intervención de reducción de grasa consistía en la succión de los tejidos grasos con una cánula (tubo hueco) de acero.
Otro caso
El 20 de septiembre de 1995, Paola Reyes, modelo de televisión, muere luego de una intervención quirúrgica en la cual se le implantó silicona en los glúteos.
El médico acusado es Carlos Hernán Jarrín, de la clínica de Cirugía Estética, en la ciudad de Quito. Según la autopsia, la muerte se debió a una infección crónica generalizada por la utilización de material quirúrgico sin esterilizar.