El capitán de la selección brasileña de fútbol, Marcos Evangelista de Moraes "Cafú", admitió que ya se imaginó levantando el trofeo de la Copa del Mundo de 2002, aunque reconozca que para ello sea necesario dar el último y decisivo paso: derrotar a Alemania.
Publicidad
"Obviamente que ya imaginé levantando la copa. Estamos disputando la final, y eso me permite verme a mí mismo haciéndolo. Pero es claro que antes tenemos que derrotar a Alemania, o de lo contrario toda la fantasía no habrá servido para nada", dijo,
La final del domingo entre brasileños y alemanes tiene todos los ingredientes para ser única en la vida de este tímido marcador lateral derecho de 32 años.
Publicidad
Además de tener la oportunidad de repetir el gesto que otros capitanes brasileños ya realizaron cuatro veces, Cafú se convertirá en el único jugador en toda la historia de los Mundiales en disputar tres finales de Copa del Mundo, una marca difícil de ser igualada y mucho menos superada.
En 1994, durante el Mundial realizado en Estados Unidos, el entonces joven Cafú, con sus imparables arrancadas de locomotora por la derecha, comenzó como reserva de Jorginho, pero una lesión muscular en la semifinal lo puso en el terreno para la final contra Italia. Y fue campeón mundial.
Cuando llegó la Copa de 1998 en Francia, Brasil ya llevaba cuatro años convencido no solamente de que Cafú era el mejor del país en la posición, sino que además no tenía un reserva capaz de amenazarle el liderazgo.
Esa vez, sin embargo, le tocó tragarse en seco el sabor amargo de la goleada por 3-0 que le aplicó a Brasil la ordenada selección dueña de casa.
Ni siquiera el astro Pelé disputó tres finales. O Rei ayudó a ganar las Copas de 1958, 1962 y 1970, pero no jugó la final de 1962, en Chile, por estar lesionado.
"Evidentemente, es una marca importantísima, una gran conquista personal, construida con mucha dedicación. Solamente quien llegó hasta donde yo llegué puede mirar hacia atrás y sentir lo que yo siento", dijo.
La marca es tan importante que la FIFA estudia la posibilidad que entregarle a Cafú, antes del inicio del partido contra Alemania, un galardón.
El domingo los fulminantes avances por el costado derecho serán fundamentales para Brasil, del mismo modo que Roberto Carlos lo hace por la izquierda.
"Siempre jugué así, y ahora, además, Roberto Carlos y yo tenemos la ventaja de que jugamos de esta forma en nuestros clubes, y por eso tenemos más facilidades para integrarnos a lo que el entrenador (Luiz Felipe Scolari) nos pide", explicó.
Para un jugador que logró todo lo que Cafú consiguió, ]qué le resta en el futuro? "Seguir entrenando y dedicándome, porque quiero llegar todavía más lejos", dijo.
En los cinco goles que anotó en la selección brasileña, Cafú siempre festejó con una pirueta en el aire, y el jugador no descarta ejercitar su conmemoración personal acrobática. "El salto siempre estuvo listo. Ahora sólo me falta ponerlo en práctica", comentó.