El Gobierno de Colombia descartó el jueves la adopción del estado de "conmoción interior" para enfrentar la oleada de amenazas de las FARC contra funcionarios, al tiempo que pidió la unión nacional contra el terrorismo y anunció recompensas por la captura de los jefes rebeldes.

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El presidente de la República, Andrés Pastrana, en una alocución por radio y televisión, recordó que su Administración había advertido en febrero pasado de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iban a incrementar sus ataques luego de que se rompieran tres años de negociaciones de paz.

El estado de excepción, reclamado por varios alcaldes amenazados como fórmula para superar la crisis de gobernabilidad, Andrés Pastrana dijo que se resolvió no decretarlo, ya que no sería efectivo contra el terrorismo y, en cambio, lesionaría la libertad de prensa.

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"Los terroristas continúan declarando la guerra al país, a su población civil y a su democracia", expresó el gobernante y añadió que las FARC "trataron de derrotar militarmente al Ejército y no lo consiguieron. Intentaron paralizar al país atentando contra la infraestructura nacional, pero no han podido".

Ahora, "comenzaron amenazando a los alcaldes, luego a los concejales, a los funcionarios municipales, y ahora amenazan a todo el país. Pero tampoco van a lograr intimidarnos", advirtió.

Para Pastrana, "es fácil y cobarde intentar sembrar el miedo a través del terrorismo".

Calificó como "increíble que las FARC, que alguna vez reclamaron la elección popular de alcaldes, ahora vengan a amenazar precisamente a los alcaldes elegidos por el pueblo".

Pastrana explicó que "es obvio que una bomba que estalla hace mucho más ruido que cien que se evitan", pero si no ha habido más atentados ha sido por "la acción efectiva de las autoridades".

Aseguró que las Fuerzas Militares y organismos de seguridad han evitado más de 700 ataques contra poblaciones, explosiones en obras públicas, atentados con autos-bomba, campos minados y han confiscado más de 70 toneladas de explosivos.

"Estamos poniendo todo nuestro empeño en proteger a todas las autoridades amenazadas", señaló el presidente colombiano, que hace dos días anunció una serie de medidas para ayudar a los amenazados, incluyendo el traslado de sus despachos a otras ciudades o a guarniciones castrenses.

El presidente Pastrana pidió a los medios de comunicación "que eviten convertirse en cajas de resonancia de las amenazas de los terroristas" y subrayó que "contra el terrorismo no existe mejor arma que la unión del pueblo".

El ultimátum de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a los miles de alcaldes y ediles venció la medianoche del miércoles.

Según la prensa local, fiscales y jueces que también han sido amenazados solicitaron ser tenidos en cuenta dentro de los programas de protección.

Por su parte, más de 100 alcaldes y funcionarios municipales que habían renunciado tras la amenaza del principal grupo guerrillero del país, retiraron sus dimisiones y acordaron volver al trabajo en los departamentos de Arauca y Antioquia.

Las FARC habían declarado que los que se negaran a renunciar serían considerados como "objetivos militares".