La furia de los italianos por el fracaso de su selección en el Mundial de Corea y Japón, no solo se dirigió contra el arbitraje o la FIFA, sino que se extiende al futbolista surcoreano Ahn Jung-Hwan, autor del gol de oro que eliminó a Italia, que fue despedido por el club italiano Perugia y ha sido objeto de insultos y agravios.