La familia de Moreno se siente orgullosa

El juez ecuatoriano Byron Moreno mostró una vez más su perfecto conocimiento de las 17 reglas del balompié y, sobre todo, criterio para sancionar. Impidió que en el cotejo entre Italia y Corea del Sur, jugado ayer por la segunda fase del Mundial Corea y Japón 2002, prime la violencia. Usó para ello las cartulinas y así frenó las bruscas acciones. Sus 80 kilos de peso no fueron obstáculo para demostrar una correcta preparación física. Corrió donde la pelota le exigió.

Siempre estuvo cerca de las jugadas, por eso ni siquiera necesitó la asistencia de los líneas para determinar las infracciones. Y aunque tuvo reclamos, la repetición por el monitor ratificó cada una de sus decisiones. Hasta el propio entrenador italiano, Giovanny Trapattoni, se dio cuenta de la certeza del arbitraje ecuatoriano.

Solo los hinchas italianos quisieron poner como excusa de la eliminación la actuación del pito tricolor, quien minutos antes de saltar a la cancha coreana telefoneó a su esposa, Corina Rodríguez, a quien pidió rezar para que todo salga bien. “Estaba nervioso, yo también, porque de la calificación de este encuentro depende su continuidad al Mundial”, dijo.

Sus hijas Mishelle y Alisson suspendieron las actividades regulares. Pidieron permiso en la escuela Mena del Hierro para llegar más tarde y observar el desempeño de su padre. Las tres mujeres de casa se emocionaron cada vez que la figura paterna apareció en la pantalla chica. No comentaban, simplemente se limitaron a mirar y pensar en todo lo que harán cuando retorne su padre. Es la primera vez que están separados tanto tiempo. Conversan diariamente por teléfono, pero en cortos períodos, porque el costo de llamada por minuto asciende a 17 dólares.

Los sorbos de café y las galletas calmaron por momentos la ansiedad. Corina Rodríguez no pudo ocultar la inquietud y angustia que le produjeron ciertas determinaciones. En la repetición comprobó que su esposo no se equivocó. Al final la alegría fue total en la familia Moreno Rodríguez, así como en el pueblo coreano que alcanzó la clasificación a cuartos de final.