El juez ecuatoriano Byron Moreno mostró una vez más su perfecto conocimiento de las 17 reglas del balompié y, sobre todo, criterio para sancionar. Impidió que en el cotejo entre Italia y Corea del Sur, jugado ayer por la segunda fase del Mundial Corea y Japón 2002, prime la violencia. Usó para ello las cartulinas y así frenó las bruscas acciones. Sus 80 kilos de peso no fueron obstáculo para demostrar una correcta preparación física. Corrió donde la pelota le exigió.