El colombiano Hernán Darío El Bolillo Gómez expresó hoy, jueves, en Yokohama que está inconforme con la actuación de la selección de fútbol de Ecuador, la cual dirige desde finales de 1999 sin saber a ciencia cierta si continuará en el cargo tras ser eliminada del Mundial-2002.

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"Creo que la palabra más común que tiene que tener un técnico es la inconformidad", dijo el timonel luego que sus pupilos ganaron por 1-0 a Croacia, en la primera, y última, victoria que cosecharon en el Grupo G luego de perder ante Italia (2-0) y México (2-1).

"Nunca estoy conforme, siempre quiero más de los muchachos. Hoy me gustó el equipo y sé que puede dar más pero quedo un poquito berraco (molesto) porque quisiera estar en el Mundial. No me quiero ir nunca del Mundial", añadió.

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Gómez señaló que en el choque con los croatas se registró mucha humedad, lo cual desencadenó "demasiada deshidratación y los jugadores hicieron un esfuerzo grande" para sacar a flote el triunfo cuando ya estaba al borde de la eliminación, que se definió una vez que México e Italia empataron 1-1 en Oita el mismo jueves, clasificando ambos a octavos de final.

Enfatizó que sus discípulos conservaron el balón durante el encuentro y que impusieron sus condiciones en la cancha.

Asimismo, el estratega insistió en que el elenco ecuatoriano aprendió y mejoró en su estreno mundialista.

"El equipo vivió un montón de cosas que nunca las había vivido. Nunca estuvo en un Mundial", agregó.

Además, el Bolillo afirmó que "este Mundial tiene mucho orden, puntualidad, calidad. Es un mundial muy lindo. De los cuatro a los que he ido, éste es el que más me ha gustado".

Con la selección de Colombia, Gómez estuvo en Italia-1990 y Estados Unidos-1994 como asistente del técnico Francisco Pacho Maturana, su compatriota y maestro, y en Francia-1998 en calidad de estratega titular.

"Futbolísticamente, la Copa del Mundo de Japón y Corea del Sur es mucho más potente. Se está jugando con mucha precisión en los pases largos", anotó.

En cuanto a su futuro, el DT dijo que "en Ecuador estoy feliz. Vivo bien, me enseñaron a vivir, a madurar, a muchas cosas, como técnico y como persona. Es un país al que quiero mucho pero no tengo claro el arreglo mío con Ecuador".

Su contrato terminó el jueves, con la eliminación de la escuadra tricolor.

Puntualizó que su continuación en la conducción de Ecuador depende "de decisiones nomás, de dejar que pase el tiempo. Ahora no estoy claro para tomar una decisión".