Una colorida comparsa, que seguía al féretro, recorrió las principales calles de la capital manabita, hasta llegar a los predios del Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV) donde se sepultó al tabaco. En el sitio, los estudiantes llamaron a la comunidad a hacer conciencia para dejar de fumar y así evitar el cáncer pulmonar.