En el denominado ‘grupo de la muerte’ de la Copa Mundo 2002, cada juego que se dispute será como una final anticipada por los antecedentes de cada equipo.
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Inglaterra y Suecia juegan mañana en Saitama, en los suburbios del norte de Tokio, un partido decisivo en el grupo F, “el de la muerte”, en el que cada punto obtenido valdrá doble si se tiene en cuenta la enjundia de los otros rivales, los favoritos argentinos y los imprevisibles nigerianos.
Se ha hablado tanto durante las últimas semanas sobre el pie lesionado de David Beckham, así como de las rodillas de Kieron Dyer y Nicky Butt, quienes finalmente estarán a la orden aunque in extremis, que quizás se olvidó hasta qué punto es peligroso este equipo sueco, que clasificó invicto a la fase final del Mundial 2002 con 8 victorias, 2 empates, 20 goles anotados y solo 3 encajados.
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La otra cara de la medalla fue para los ingleses que tuvieron que luchar para lograr su pasaje, a pesar de la histórica goleada en Alemania (5-1), por lo que las estadísticas parecen favorables a los liderados por el inglés Fredrik Ljungberg, pieza clave del Arsenal, y el escocés Henrik Larsson, del Celtic, uno de los mayores goleadores de Europa.
“Hay que ganar, es tan simple como eso”, resumió Río Ferdinand, el joven defensa del Leeds.
“Tenemos que creernos capaces de ganar partidos”, agregó Beckham, quien no juega desde el 10 de abril cuando sufrió aquella poco feliz entrada del argentino Aldo Duscher (La Coruña), que hizo temblar a Inglaterra durante siete semanas.
El domingo será el partido Nº 50 con la selección de Becks, a quien Alan Shearer lo calificó de verdadero “talismán” esta semana. Esto vendría bien, puesto que en este encuentro, así como en otros de este Mundial, la suerte puede tener un papel decisivo. “Con el regreso de los lesionados, nuestra moral se elevó”, comentaron también esta semana Ferdinand y Sol Campbell, su compadre en la defensa central inglesa.
Acaso todos estos factores anexos, la suerte, el ánimo, ¿serán suficientes para derrotar a los suecos presuntamente superiores y dar un importante paso hacia los octavos de final? “Creo que disponemos de los medios para finalizar segundos del grupo, detrás de Argentina”, comentaba de manera optimista un aficionado inglés mientras esperaba que le expidieran el Japan Rail Pass en la estación de Yokohama. Con su pase para el tren como única arma, compartía el mismo objetivo de David Beckham: “llegar lo más lejos posible”.