El empresario Pedro Carmona, que reemplazó al presidente Hugo Chávez durante la intentona golpista de abril, puso otra vez a prueba las relaciones entre Venezuela y Colombia tras solicitar asilo político luego de refugiarse en la residencia del embajador colombiano en Caracas.
El canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto dijo en Bogotá que su país analiza la petición de Carmona, pero las elecciones presidenciales del domingo en el país vecino podrían demorar la decisión del caso.
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El episodio se sumó a una serie de controversias acumuladas entre ambas naciones, en particular por las continuas acusaciones de que Chávez simpatiza con los grupos guerrilleros colombianos.
Chávez insiste que es neutral en el conflicto colombiano y ha utilizado sus contactos con la guerrilla para facilitar las conversaciones de paz y lograr la liberación de rehenes.
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El año pasado irritó a los colombianos por su negativa de extraditar a un guerrillero que enfrentaba cargos por su supuesta participación en el secuestro y desvío de una aeronave con 46 ocupantes en abril de 1999.
La extradición se concretó 10 meses después de acciones diplomáticas y judiciales.
Las relaciones entre Venezuela y Colombia están en su peor momento desde hace años, y el pedido de asilo podría poner más leña al fuego. Ninguno de los dos gobiernos confía en el otro, dijo Vilma Petrash, una analista internacional de la Universidad Simón Bolívar.
Si Colombia acepta la solicitud de Carmona, yo esperaría una protesta del gobierno venezolano, agregó.
Chávez de inmediato no tiene comentarios, y se desconoce si cooperará en caso que Colombia conceda el asilo.
La oficina de prensa presidencial distribuyó una carta en la que se califica a Carmona como un delincuente político que demostró con su fuga que es un cobarde.
Carmona insistió en que todos los actos de su gobierno fueron ejecutados invocando otras normas constitucionales y a la imperiosa necesidad que tenía su gobierno de garantizar una rápida transición, que incluía la pronta convocatoria de elecciones.
El abogado de Carmona, Juan Echeverría, dijo que llevará el caso de su cliente a la OEA si Colombia niega la petición de asilo y la seguridad del empresario no puede ser garantizada en Venezuela.
Echeverría, que se reunió hoy con Carmona , dijo a los periodistas que el empresario prácticamente ya estaba condenado sin posibilidad de defensa ni un proceso legal justo, con sus derechos vulnerados "gravemente".
"El doctor Carmona es un perseguido político", enfatizó.