Carrera, quien es el director provincial de Salud, afirmó que estos implementos constituyen la principal causa de infección, pues los virus se adhieren a los chupones que se encuentran a la intemperie.

“Los niños los chupan, los dejan a un lado y al rato los vuelven a tomar, pero no se percatan de que se llenan de virus o bacterias. El contagio también se produce cuando los padres besan en la boca a los infantes y el virus se transmite por la saliva”, precisó.

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El subdirector del hospital Francisco de Ycaza Bustamante, Miguel Tenorio, sostuvo que una faringo-amigdalitis mal curada puede afectar las articulaciones y tener severas consecuencias cardiacas.

“Provoca carditis reumática, insuficiencia cardiaca, que no le causa la muerte inmediatamente, pero que es un riesgo de mortalidad constante”, indicó. Algunas amigdalitis pueden provocar erupciones o manchas en la piel, aunque esto no se trata de una complicación.